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Pasaron días y latía como si nada.
Yo, como si todo, me acostumbraba a que lo haga.
Podría ser que este escribiendo sobre un corazón. Podría ser..
¿Porqué para hablar de amor, a través del cuerpo, tiene que estar la palabra corazón?
Igual, no podría escribir de amor. Pero, ¿Cuántas veces me comí las uñas de nervios, me temblaron las rodillas como si marcaran el paso del tiempo?. Me ate y desate el pelo a gusto,
se me borraron las palabras cuando más las quería decir; provocando una disfonía defensiva.
Cruce mis piernas para que tu imaginación ya no entre en mí y para que mis ojos vean que tengo los cordones desatados, sin el mínimo interés.
Pasaron días, y él latía.
Tan vivo, diría un poeta, como un corazón literario.
Tan vivo, diría yo, como alguien que ya murió.
Un miércoles entre luces apagadas y encendidas, simplemente paró.
Se fue como un aborto de pensamientos. Una buena praxis.